Fitero, situado en el sur de Navarra , se encuentra en un entorno privilegiado, limita con La Rioja y Aragón, ofreciendo un paisaje de contrastes entre tierras de cultivo y áreas naturales de gran belleza. Su ubicación estratégica ha sido históricamente significativa y lo convierte en un punto de partida ideal para explorar el Valle del Ebro y el cercano Parque Natural de las Bardenas Reales, brindando a visitantes y locales un equilibrio perfecto entre naturaleza e historia.
Tudela cuenta con una amplia oferta turística orientada hacia un turismo de calidad. Mención especial merece su oferta gastronómica que ofrece al visitante sus excelentes materias primas (verduras de la huerta tudelanas y carnes) y el buen hacer de sus restaurantes.
Tudela es una ciudad para recorrer a pie, en la que el encuentro con la historia se combina con lo mejor de la buena mesa.
Quién no ha oído hablar del Moncayo, el techo del Sistema Ibérico. Montaña de nieves y leyendas. Un paraje natural de fantasía para hacer senderismo. Nada más y nada menos que 2314 metros de mole que atesora una diversidad de ecosistemas, desde zonas muy secas a exuberantes hayedos y pinares.
Las excelentes cualidades terapéuticas de sus aguas, que emergen a la superficie a una temperatura superior a 50º C, están especialmente indicadas para enfermedades reumáticas y del aparato locomotor, respiratorias, digestivas o trastornos de ansiedad.
Esta pequeña ciudad es un entramado de robustas casonas solariegas con imponentes blasones en las fachadas, murallas romanas, arcadas góticas y bonitas iglesias. En la villa domina uno de los castillos más majestuosos que te puedas encontrar en todo el país.